Nuestras caritas son parte esencial de Academia Biblos. Muchos alumnos sabéis a qué me refiero porque exigís muchas veces que os ponga una cuando lo hacéis bien. Me encanta eso de “¿me he ganado una carita?” o “Mayte, una carita porfa”.
El uso de “caritas” se remonta a cuando estaba en 2º de BUP (4º de ESO, en mi época convivían los dos planes pues estaba comenzando a implantarse). En un examen de Geografía me quedé totalmente en blanco, mis nervios me jugaron una mala pasada y no era capaz de recordar absolutamente nada de lo estudiado. Mi profesora, Mari Carmen Fernández, se me acercó, cogió mi bolígrafo y garabateó una carita sonriente en el folio del examen y me dijo “Teresa, mírala”. Al principio mi pensamiento fue “estoy yo para mirar caritas…” y mi mente solo era capaz de pensar cosas negativas; de pronto empecé a mirar a ese garabato sonriente y … ¡voilá! Poco a poco empecé a recordar todo y a escribir en el examen. Aquella carita marcó un antes y un después. Cada vez que me agobiaba pintaba una y era como si me dijera “oye, tranquila, que todo va a ir bien”. Las caritas me han acompañado siempre desde entonces: en la mano, en la mesa, en el propio folio del examen, en mis libretas …
Cuando nació Academia Biblos, lo tenía claro, la clave está en enseñar con caritas y motivar a nuestros alumnos. Me encanta inundar los ejercicios, las frases, los esquemas de caritas sonrientes que te dicen “Enhorabuena”, “Gran trabajo”, “¡Sigue así!” con solo mirarlas. En ocasiones las “tuneo” un poco y tienen más personalidad (hay algunas hasta con capa y traje de súper héroe).
En esta nueva etapa, queremos queremos que las caritas sean nuestra seña de identidad, por eso hemos dibujado a mano alzada unas caritas que formarán parte de nuestra imagen corporativa: